Bienvenidos, este es el rincon donde mi alma puede contar las historias que el viento le susurra y donde mi mente grita los pensamientos que callan en su interior.
Raptor caminaba furioso por el bosque mientras se alejaba
y maldecía a Haborym.
-Maldito Haborym, ahorra debo irme a terminar sus…
-Lo siento pero no te podrás ir. – De pronto la voz de
Austei se le aparece a su lado izquierdo.
-¿Y quién me lo va a impedir, acaso tú? – Le preguntaba
Raptor.
-Él no está solo. -
Le responde Arthas quien aparece a su
lado derecho, mientras Damián se aparece en frente detrás de este.
-Así es, estas rodeado demonio.
-Ríndete y resígnate a volver al infierno. Le responde
yiotish quien se asoma por delante, junto a José.
-Y te prometemos que tu muerte ser rápida.
Raptor ha sido rodeado por nuestros héroes sin que se dé
cuenta de sus presencias.
-¿Y cómo es posible que me hayan rodeado, creí que
estaban lejos, ocupados asesinando a los chamanes y a los Grandes profetas
caídos? – Les pregunta Raptor.
- Pues veras en un principio fue así, pero después solo
se quedaron 2 de nuestros camaradas para acabar con lo que quedaba de tus tropas.
– Le contesta Austei mientras que de su mano izquierda se comienza a formar un
orbe de energía.
-El santero y el otro arcanista.
-Así es y para hacerlo más creíble ellos combinaron sus
magias y usaron unos cuerpos para crear replicas falsas de nosotros y así poder
acercarnos a ti, mientras tu pensabas que seguíamos peleando.– Agrega Yiotish
quien se coloca en los brazos unas manoplas.
- Yo también pude haberlo hecho. – Interrumpe Austei.
-No es hora de presumir quieres. – Le dice José, mientras
recarga su ballesta.
-Y díganme creen
que los cuatro podrán detenerme. – A pesar de estar rodeado, Raptor se muestra
muy confiado.
-Quien habla de detenerte, vamos a asesinarte. – Le contesta
Damián mientras apunta con sus ballestas gemelas hacia la cabeza de Raptor.
-Jajaja no tengo tiempo para jugar con ustedes así que
adiós.
En ese instante detrás de Raptor el viento pareciera
deformarse y un circulo de color negro se forma el cual succiona a Raptor,
llevándolo lejos, los héroes tratan de reaccionar, Damián dispara un par de
flechas, Austei lanza un rayo de energía, mientras Yiotish y Arthas corren
inútilmente hacia el portal
-¡No maldita sea escapo y ahorra a dónde diablos se habrá
ido!
Continuara…
Escrito y Editado por Mí.
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respectivos dueños
La apariencia fiera de Kael atemoriza a la mayoría de los
hombres quienes se hacen a un lado y lo dejan avanzar hacia el frente de las
filas, su mirada expresa mucha ira de repente grita y empieza a correr en
dirección de un exhumano demoniaco, con su gran corrida embiste y manda a volar
a todos aquellos pequeños diablillos que se cruzan en su camino, a 10 metros
del exhumano da un gran salto hacia él y con uno de sus hachas lo parte por la
mitad, los diablillos cercanos huyen despavoridos, mientras otros exhumanos se
dirigen hacia con el fin de acabar con él. Kael saca su segunda hacha que había
puesto en su espalda y corriendo se dirige sobre el grupo de exhumanos que se
le acerca.
-¿Porque estas bestias se alejan a dónde van? – Se preguntaba
Damián.
-¿Qué es eso que esta haya, es un gigante? – Dice José.
-No, no es un gigante es un Bárbaro del monte Arreath. - Les responde Amshu, quien invoca rayos de luz del cielo que desintegran a los
diablillos.
-¿Creí que se habían extinto que ara buscando por estos
lugares? – Se preguntaba Austei, mientras lanzaba orbes de hielo sobre los
muertos vivientes.
-Tal vez vino a ayudarnos. – Le responde Hakampuma, quien
estaba convirtiendo los restos de los muertos vivientes en perros Zombies.
-Ya a pelear, mucha platica y poca pelea, hay que
aprovechar que ese bárbaro los distrae para ir por ese Demonio. – Les contesta
Arthas, mientras Yiotish le interrumpe. - Yo tengo una idea de cómo llegar a él.
Los exhumanos lo rodean, varios diablillos que han
entrado en frenesí se lanzan contra él y logran golpearlo, pero los golpes y
verse acorralado no lo amilana, lejos de eso pareciera esbozar una leve
sonrisa, Kael a diferencia de los hombres de Tristán que nacieron para el campo
y otras cosas, él y los de su raza nacieron para la lucha, cada golpe que
recibe es un incentivo más que incrementa sus ganas de pelear, el verse
acorralado no lo desespera, solo incrementa su ira y deseos de despedazar a sus
adversarios, no parece que sienta dolor a pesar de las heridas, ahí está
luchando, rompiendo cráneos, cortando brazos y atravesando vientres, empapando
su cuerpo con la sangre de sus enemigos, su piel es dura con el acero y a pesar
de los muchos ataques son pocas las heridas que brotan de él, su gran
corpulencia no le impide moverse rápidamente, asestando brutales golpes que inmovilizan
a sus adversarios, algunos salen volando por la fuerza de estos, los exhumanos
demoniacos son los únicos rivales que están a sus altura.
Al verlos la leve sonrisa que pareciera esbozar
desaparece y en su rostro solo se ve furia, el no espera a que lo demonios
lleguen hacia él, él se lanza contra ellos, gritando, rugiendo como un gran
león, los exhumanos demoniacos son fuertes pero no muy rápidos y el aprovecha
esa ventaja para acabar con ellos, a uno le clava una de sus hachas en medio de
sus 3 cabezas unidas, a otro le corta una brazo que termina en forma de navaja,
y de su interior una especie de aura empieza a brotar, el grita y esta pequeña
luz desaparece, pero a la ves los pequeños demonios que estaban cerca salen
aterrados ante su furia, quedando solo en
pie los exhumanos demoniacos a los cuales el descuartiza con mucha facilidad.
Han pasado solo 15 minutos desde que Kael ha entrado en
batalla y las fuerzas demoniacas se muestran fuertemente mermadas, casi todos
los exhumanos demoniacos de Raptor están despedazado, los hombres que antes
corrían han regresado a la batalla, parece que los gritos rabiosos de Kael, los
hubiera inspirado a seguir en la lucha, Raptor está furioso pues los diablillos
empiezan a huir, todos los grandes profetas y la mayoría de chamanes que los
controlaban han sido eliminados por nuestros héroes de la caravana de la
esperanza, quienes sigilosamente han tendido una trampa para acabar con Raptor.
-Maldición tenía que aparecer ese maldito bárbaro y
arruinar todos mis planes, ahorra solo me queda tratar de liberar a Haborym,
pero aun no entiendo por qué este quiere que destruya Tristán, ¿Será acaso porque…?
– Se preguntaba Raptor cuando de repente una voz demoniaca se escucha:
-Raptor imbécil has fracasado en la misión que te
encomendé. – Era una imagen astral de Haborym que le hablaba a Raptor.
-Disculpa mi fracaso o gran demonio, ya lo tenía todo
ganado hasta que llego.
-Cállate, no quiero oír tus estúpidas escusas y será
mejor que me liberes ahorra o te aseguro que el tiempo que estuviste encerado
será un sueño comparado a lo que te pasara.
-Entendido enseguida me dirigiré a buscar aquel objeto
para liberarte.
-Si vuelves a fallar no te lo pasare.
Y aquella voz que hablo desapareció mientras que unas
sombras se acercan a Raptor de diferentes direcciones (son nuestros héroes que lo
han rodeado para acabar con el).
Continuara…
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Cuentan las leyendas en diferentes partes de Santuario,
que cuando el mal se desate y los cielos nos abandonen, de las entrañas de las
naciones y pueblos se alzaran héroes que salvaran este mundo; hoy en día
santuario es asediada por hordas infernales como hace 20 años y como hace 20
años la profecía nuevamente se ha cumplido y un grupo de héroes ha surgido, los
cuales se han reunido en una caravana a la cual la llamaremos la “Caravana de
la esperanza” con el fin de desterrar el mal de estas tierras aun a costa de
sus propia vidas. Estos héroes son hasta el momento:
Hakampuma: Un santero Umbaru
Austeibinarides: Un orgulloso Arcanista
Damian: Un caza Demonios
Yiotish: Un Monje
Amshu Sakshi: Un joven Arcanista
José: Un truhan
Arthas: Un templario
Todos estos están tratando de defender la ciudad de
Tristán del asedio de Raptor, un antiguo general de Diablo Señor del Terror y
que ha sido liberado de su prisión por otro demonio poderoso llamado “Haborym”
cuyos objetivos aun no son claros.
El aire empieza a sentirse enrarecido , huele nuevamente
a muerte, los desesperados hombres han tratado por casi una hora detener a las
bestias infernales del infierno pero ya están agotados y lentamente son
sobrepasados, hasta que una explosión en las filas traseras llamo la atención
de todos, eran los héroes que habían vuelto, ahí en medio de la explosión
estaba Arthas que con su espada y escudo descuartizaba demonios sin piedad, a
su lado derecho estaba Yiotish quien de su cuerpo emanaba una extraña aura y
quien con sus rápidos golpes noqueaba a los más afortunados demonios, mientras
que los menos afortunados terminaban muertos, al lado izquierdo de Arthas
estaba Hakampuma quien junto a unas extrañas criaturas que salían de los
cadáveres de los demonios (perritos) y con una gran Daga destrozaban a los
demonios que se les acercaban, atrás se encontraban en el medio Damian junto a
José quienes con sus ballestas atravesaban y empalaban a los demonios que se
intentaban coger por sorpresa a nuestros héroes y a los lados de estos 2 se
encontraban los Arcanistas Austei y Amshu quien con sus ataques mágicos
debilitaban a las fuerzas demoniacas.
La batalla parecía estar pareja, la llegada de los héroes
había emparejado las cosas, pero Raptor aún tenía un as bajo la manga, había
estado guardando lo mejor para el final, este demonio, junto con otro grupo de
Chamanes caídos dibujan con sangre de vacas un extraño circulo con un
pentagrama incrustado en él y empiezan a pronunciar unas palabras en un extraño
idioma.
Hakampuma parece
entender lo que este planea. - No debemos permitir que terminen con ese ritual,
hay que evitarlo.
-Maldicion Estos pequeños caídos estorban no puedo llegar
a ellos. – Gritaba Arthas quien intentaba llegar hasta el ritual.
Mientras Yiothis llama a los tiradores del grupo. - Damian,
José dispárenles no les dejen terminar.
-Eso intentamos pero estas malditos cuervos poseídos que
han aparecido se atraviesan en nuestros disparos, magos hagan algo. – Responde un
ocupado Damian.
-Somos arcanistas no magos y no nos pidas mucho que
suficiente tenemos tratando de evitar que los cuervos se acerquen a nosotros. –
Le contestaba Austi.
Después de un par de minutos de oraciones Raptor parece
haber terminado su conjuro y de repente los cadáveres de los hombres y demonios
muertos, mutilados empiezan a juntarse y formar nuevos cuerpos de horrendas
criaturas, algunos con más 2 cabezas que sobresalen del pecho, otros con 4
brazos que terminan en punta, son extrañas y desagradables aberraciones que el
solo verlas le daría nauseas a cualquier hombre. A esta criatura se le llama el
Exhumano demoníaco, formado de la unión de cadáveres humanos y demonios.
Estas horribles bestias se abalanzan sobre nuestros
héroes y sobre los pobres pobladores de Tristán, algunos aterrados por lo
horrible que son huyen, mientras otros tratan de hacerles frente.
- Genial el demonio ha traído refuerzos de los más
horribles, respondía José con su habitual ironía.
-Necesitaremos más fuerza bruta contra esas criaturas y yo
ya me estoy cansando. – Mencionaba Arthas, mientras se quitaba un diablillo de
encima.
-¿Alguien tiene algún plan? – Preguntaba Yiothis después de
mandar a dos diablillos hacia el techo de una casa.
-Si matarlos a todos, pero al paso que vamos los que
vamos a terminar muertos somos nosotros. – Le respondía Damian que se estaba
quedando sin flechas y arpones.
-Esta no es hora de hacer bromas y seguid luchando que
nos están sobrepasando.
-¿Quién está bromeando monje?
Mientras que en las filas de las tropas de Tristán la
gente parece perder la esperanza, ningún hombre tiene la fuerza suficiente para
contener a los Exhúmanos, las tropas de Tristán se debilitan cada vez más,
cuando de repente se escuchan un gran grito semejante al rugir de un gran León
y un gigantesco y musculoso hombre con el pelo rojo hace su aparición, porta un
par de enormes hachas, su nombre Kael, es un bárbaro de Harrogath, que ha
venido a buscar un motivo para luchar.
Continuara…
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Las horas pasaban tranquilamente después del ataque de
los muertos vivientes, el capitán, sus hombres y la comunidad se han dedicado a
enterrar a sus muertos y limpiar el lugar, el capitán desde lo alto observa el
trabajo de los hombres, puede oler el aroma de la muerte, piensa en todo el
tiempo vivido aquí desde que se reconstruyo Tristán, nunca pensó que aquellas
épocas terroríficas amenazaran con volver nuevamente a esta ciudad, el capitán
tiene 2 hijos, nacieron aquí, no conocían lo terrible que era el mundo, hasta
que un muerto viviente trato de matarlos, el salto desesperado hacia el muerto
y logro evitar que este le haga daño aunque para ello haya tenido que perder 2
dedos de la mano derecha, un precio insignificante comparado a tener a sus
hijos sanos.
Han paso varias horas desde que Yiotish, junto con otros
hombres salieron en un caravana para averiguar el origen de este ataque y
contrarrestarlo, en ese momento el cielo se empieza a llenar de nubes grises,
amenazando con llover, aunque todo parece estar tranquilo, pero el capitán no
parece estarlo algo lo perturba, piensa que hubiera sido mejor que solo
partieran Yiotish y 3 hombres más y que los demás se quedaran a custodiar el
poblado, en ese instante se escucha el sonido de un caballo que se acerca a
toda prisa, es un hombre que parece estar desesperado por llegar a la ciudad,
el capitán y algunos hombres lo reciben, parece estar totalmente aterrado,
tiene una herida en el brazo, cuando le preguntan que le paso, este responde
diciendo palabras que no son entendibles.
De repente, se escucha el sonido de un tambor y un sin
parar de gritos ensordecedores, cuando el capitán levanta la vista puede ver a
un grupo considerable de diablillos y guerreras arpías muertas, liderados por
Grandes Profetas se acercan a toda prisa para atacarlos. Un hombre reacciona
rápidamente y se acerca a la campana, tocando con toda la fuerza que tiene, el
sonido alerta a los pobladores las mujeres y los niños rápidamente se meten a
sus casas buscando protección, mientras los hombres toman lo que encuentren y
se preparan para la batalla, el capitán ordena cerrar las puertas principales
en un intento para obtener algo de ventaja, mira al cielo y se pregunta del por
qué los ángeles los han abandonado a su suerte frente a estas bestias
infernales, en ese instante el hombre que habría entrado se ríe y su cuerpo
comienza a cambiar de forma. “¡No es un hombre!” grita el capitán, era Raptor
que había tomado la apariencia de un hombre para poder infiltrarse en la
ciudad, rápidamente se acerca a la puerta, mata a algunos hombres con unos
tentáculos que salen de sus manos y después destruye la puerta,
Logrado su objetivo Raptor desaparece, el capitán ordena
a sus improvisados hombres ponerse en formación y prepararse para la batalla,
una batalla perdida, no cuenta con los hombres adecuados, las hordas de raptor
se acercan cada vez más, rugiendo, maldiciendo, con sed de sangre y de sembrar
el terror en los corazones de los hombres.
La lucha empieza, es feroz, el capitán y sus hombres han
salido de la ciudad para plantarle cara al ejercito endemoniado, una decisión
errónea, pues los demonios le superan rápidamente, lo que los obliga a
retroceder y tratar de contenerlos en las puertas de la ciudad, pero son
demasiados, mientras las fuerzas que protegen Tristán están cansadas después
del asedio que sufrieron hace horas y el trabajo de limpieza que llevaron. Todo
parece inútil, el capitán piensa en su familia en que morirán este día,
mientras que un hombre que gritaba ¡“No podemos ceder”!, acaba de ser asesinado
frente a él, el capitán cae de espaldas; cuando de repente.
Detrás de las líneas enemigas, se escuchó el sonido de
una explosión y varios diablillos han muerto, algunos demonios voltean a ver
qué ha pasado, para darse con la sorpresa que han aparecido 7 guerreros; es
Yiotish y lo que queda de la caravana, han conseguido llegar a tiempo al pueblo
y ahora se preparan para la batalla…
Continuara…
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