Atipaq el Guerrero de los Elementos
(Las Crónicas De Runaterra)
Capítulo 5
La Corrupción de los Yetis.
“Los Yetis no son Malos Solo Son Unos Incomprendidos”
Atipaq
-Alto. – De pronto sobre la niña una pequeña aura blanca brilla y frente a ella esta Braum quien con su
escudo ha logrado frenar al rabioso Yeti.
-¿Qué paso?, ¿Pero si hace un segundo estaba acá en mi
costado y ahora esta allá? – Atipaq había estado distrayendo mirando al otro
Yeti, que no se fijó cuando Braum desde donde estaba se impulsó y dio un gran
salto hasta la pequeña, para protegerla del Yeti.
-¡Uraaa Braum, Braum, Braum! – Gritaba la gente que
reaccionaba ante la proeza del héroe quien con un certero derechazo dejaba inconsciente
al Yeti.
El otro Yeti al observarlo corre hacia él y usa como
trampolín una vieja carreta para saltar hacia el héroe, pero Braum rápidamente
con un salto lo intercepta haciéndolo caer, para después lanzar su escudo como
si fuera un boomerang para dejarlo fuera de combate.
-¡Viva Braum, Braum, Braum! – Seguía gritando la gente
mientras el héroe cargaba a la niña en sus hombros y la regresaba con su madre.
-Vaya a cabo con los dos yetis con mucha facilidad, sin
duda el bigotón es muy fuerte.
Minutos después las alabanzas de Braum se disipaban para
dar paso a una discusión sobre el problema de los Yetis; entre los comentarios
surge el de un campesino que jura haber visto a la Bruja de Hielo desplazarse
en dirección hacia la caverna de los Yetis, días antes de que estos comenzaran
con su hostigamiento hacia el pueblo.
-Entonces esta decidido Braum ira hacia la caverna de los
Yetis en búsqueda de la Bruja de Hielo. – Respondía el héroe, mientras algunos
aldeanos cuestionaban si era lo correcto.
-Es muy peligroso incluso para alguien como Braum.
-No se preocupen amiguitos Braum sabe cómo protegerse.
-Si pero estos Yetis que están aquí deben ser regresados
a su caverna, no sabemos cómo reaccionaran cuando despierten.
-Entonces los llevare conmigo.
-¡Buena suerte Braum y regresa pronto! – Eran las
palabras de los aldeanos al despedir a su héroe.
-Espera Mostachón
yo iré contigo. – Detrás de Braum aparece Atipaq quien está decidido a
acompañarlo. – Desde que llegue a Freldjord el primer nombre que he escuchado
es el de la Bruja de Hielo y ya es hora de que la vaya conociendo, así como de
comprobar lo tan terrible que es.
-Esta jornada es algo muy peligroso pequeño amigo.
-Yo se cuidarme solo además por tu forma de ser y de
pelear, no creo que seas alguien que este acostumbrado a llenarse las manos de
sangre y necesitaras que te ayude con ese asunto. Además aun me debes una
pelea.
Braum y Atipaq se observan fijamente, mientras el resto
de la gente permanece en silencio, como si esperaran que una función de golpes
comenzara.
-Eres muy valiente y está bien acepto tu compañía.
Y así Braum y Atipaq comienzan su ascensión hacia la
caverna de los Yetis acompañados de algunos hombres del pueblo, quienes con sus
carretas y bestias llevan los Yetis, mientras Atipaq y Braum tenían una mena
charla.
-Y dime grandulón, ¿Cómo es que te hiciste tan grande y
fuerte?
-Pues con un duro entrenamiento y una muy buena
alimentación.
-¿Pues que te daba
tu mama para ser tan grande?
-De niño Braum siempre ha tomado leche de carnero, mi
madre decía que me aria una persona muy fuerte.
-¿Oye que hay en esa otra dirección? – Preguntaba Atipaq
señalando un sendero que se desprendía del camino.
-Hacia allá se encuentran otras tribus guerreras, ellas
son muy peligrosas y siempre están en estado de beligerancia.
-Entonces puede que hallan guerreros muy fuerte… bueno
después iré a dar un paseo por ahí, ahora…
-Al fin llegamos, la caverna de los Yetis, muchas gracias
amigos por su ayuda, ahora será mejor que regresen al poblado, pues esto será
muy peligroso.
Atipaq y Braum toman a los yetis e ingresan a la gran
caverna, esperando encontrar a la Bruja de Hielo. En los primeros metros de la
cueva se puede observar acomodados en
fila a los cadáveres de aventureros que osaron ingresar a la caverna buscando
fama y solo hallaron muerte a manos de los Yetis.
Cerca de la mitad de la profundidad de la caverna, la luz
del sol se desvanece y esta es alumbrada por la luz de hermosos cristales
luminosos que se desprenden del corazón de la montaña. Mas allá en la mitad de
la caverna se abre un gran cuarto del cual salen varios túneles y en medio de
esta sala algo inusual se levanta, un gran pilar de hielo oscuro el cual encierra
a un gran Yeti. Era e líder de este clan de Yetis.
-No hay nadie grandulón, el lugar esta vacío, solo esta
ese Yeti congelado en ese raro pilar de hielo oscuro.
-Estas equivocado, ahí vienen.
-Ah si ya los...
Atipaq deja caer al Yeti inconsciente, mientras
desenfunda su arma y observa a su alrededor como los Yetis salen de los túneles.
-Esos ojos y ese comportamiento lo he visto antes. – Pensaba
Atipaq mientras observaba a las rabiosas bestias prepararse para precipitarse
sobre ellos.
-Quédate detrás de mí Atipaq.
-¿Qué…?
De pronto los Yetis al unísono lanzan cristales de hielo
sobre ellos, mientras Braum se concentra y hace que de su escudo una gran pared
de hielo solido se erigía cubriéndolo a ambos de los proyectiles y de algunos
Yetis que se abalanza detrás de estas sobre ellos. Braum soporta la embestida
de los Yetis, para después de una carga empujar a la pared de hielo y a los
Yetis con ellos.
-Oye Atipaq, no los mates.
-¿Qué?
-No es su culpa se han perdido en su ira… no tienen forma
de controlarse- Los Yetis continúan su carga mientras Braum nuevamente levanta
la pared de hielo para contrarrestarlos.
-No se detendrán Braum, no hay otra opción. – Le responde
Atipaq mientras lanza una nova de hielo para incapacitar a algunos yetis. – No sé
de qué manera los corrompió la Bruja de Hielo pero te aseguro Braum que no hay
forma de pararlos.
-Si la hay Atipaq observa frente a ti.
-Ese Yeti congelado.
-Así es él es el líder de este clan, si lo liberamos
puede que él pueda contenerlos.
-Entonces cúbreme y yo me hare cargo de liberarlo.
Después de una embestida Braum y Atipaq corren en
dirección del pilar de hielo congelado. Braum usa su gran fuerza y su escudo para abrir el camino al frente,
mientras Atipaq lanza novas de hielo para cubrir su retaguardia. Y después de unos segundos de
agonía logran llegar hasta el pilar del líder yeti, Atipaq usa su Tuximi para
intentar cortar el hielo pero esta solo logra rasguñarla.
-Imposible este hielo es más duro que cualquier metal
conocido, solo queda una cosa por hacer. – Atipaq se concentra mientras un lado
de la Tuximi se enciende en llamas y de un solo movimiento Atipaq logra
clavarla en el hielo que comienza a agrietarse y desmoronarse, liberando a su
cautivo.
-Bien lo hemos logrado. – Exclama Atipaq.
-No ya es demasiado tarde el líder Yeti ya está casi
muerto. – Le responde Braum mientras lo coge y puede ver como este da sus últimos
suspiros mientras lo mira a los ojos como si le estuviera diciendo algo. –
Atipaq salgamos de esta cueva.
-Pero y los Yetis no podemos dejarlo así.
-Aún hay una forma tu ven conmigo. - Le responde Braum
mientras lanza su escudo que rebota en algunos yetis antes de volver hacia él.
– ¡Rápido!
Atipaq y Braum corren hacia el túnel que lleva a la
salida, al llegar Atipaq hace girar la Tuximi y crea un remolino de aire que
empuja a los Yetis y les da algo de distancia.
-¿Qué es lo que planeas?
-Vamos a encerarlos.
-¿No sería más humano matarlos ahora que matarlos de
inanición?
-Jajajaja Los Yetis tienen en sus cuevas grandes reservas
de comida, además de que pueden hibernar y pasarse medio año durmiendo.
-¿Entonces?
-Si los enceramos durante algunos años puede que la
influencia de la Bruja merme en ellos y de entre ellos aparezca un líder que
los controle.
-Si pero ¿Sabes la cantidad de escombros que se
necesitara para cubrir esa gran entrada por años?
-Tú déjamelo todo a mí.
Al salir Braum se queda frente a la entrada mientras
Atipaq retrocede para darle espacio y observar, como Braum a un gran salto y al
caer clavar su escudo sobre el suelo congelado para crear una gran ola de hielo
que se abe en dos formando una gran fisura de al cual salen grandes pilares de
hielo que impactan el techo de la caverna, creando una gran inestabilidad en el
terreno que hace que la entrada y gran parte de la montaña colapse cubriéndola
por completo.
-Eso fue increíble destrozaste toda la entrada.
-Jajaja te conté que una vez atravesé una montaña con mis
puños.
-Bueno creo que con esto será suficiente y ahora tu
bigotón me debes una pelea. – Le dice Atipaq a Braum mientras caminan de
regreso al poblado.
-Está bien pequeño amigo mañana pelearemos, ahora regresemos
al poblado para celebrar bebiendo un buen vaso de leche de cabra. – Le responde
Braum mientras le da una palmaditas en la espalda.
-Hey más suave grandulón que no soy de hielo.
-Jajajaja que graciosos eres amiguito.
"Seis Años Mas Tarde Un Pequeño Niño Montado En Un
Gran Yeti Se Convertirá en el líder de estos y los Liberara de la Corrupción de
la Bruja de Hielo, su nombre:
Nunu"
Continuara...
Próximamente: Un Poro En Apuros.