Haborym El Demonio de Fuego
Libro 1
(La Reunión de los Héroes)
Capítulo 13
Caminando hacia la Batalla
El arcanista congelo el suelo y 4 personas cayeron pero
un monje supo mantener el equilibrio. La gente del pueblo tenía suerte de que
el hielo no llegara a los pies de Damián o esos dos habían destruido el pueblo.
El arcanista se marchó. José se levantó del suelo, mientras Damián se acercaba
a él.
-José devuelve a estas personas sus cosas.
-No has visto que me he caído. – Respondía José.
- Solo 4 cayeron. Tú te tiraste, ahora devuélveselos.
-Ok ok
Después de eso Damián se acerca a Yiotish
-Yiotish de camino acá Vimos a un zombie atado a un
árbol con un mensaje. Se llamaba Fulgre. ¿Sabes de quien se trataba?
-Pobre Fulgre. Doy gracias que descanse en paz. Era mi amigo, pasando a otras cosas necesito
su ayuda. Regresé al pueblo por que en el cementerio había esqueletos muy bien
armados y unas criaturas que parecían ser varios cadáveres amontonados.
-Cementerio dijiste. Yo voy con ustedes, debe haber buenas
criptas para profa… digo para restaurar.
-Y a todo esto ¿Quién eres tú? – Preguntaba el monje
calvo de Yiotish.
-Soy un Tru . . . comerciante que desea vivir una
aventura.
-Si va a venir solo mantén vigilados tus bolsillos. Y que
es tan importante en el cementerio.
Yiotish se acerca a la puerta, mientras voltea hacia los
otros.
-Necesitamos encontrar un artefacto. Para poder enfrentar
al nuevo mal de la Catedral. Es la otra parte del plan aparte de la gema. (En
voz baja) Si supiera como usarla.
Al salir se dan cuenta que un nuevo guerrero llego al
pueblo. Se veía lo suficientemente fuerte y hábil para matar cualquier cosa. A
lo lejos Damián distinguió al Arcanista que venía corriendo mientras era
perseguido por perros zombies mientras Yiotish se puso a hablar con el nuevo
guerrero. Cuando el arcanista estuvo al alcance de la vista de todos dio un
salto y lanzo un poder al suelo, los pobres perros volaron en el aire y solo
cayeron sus pedazos calcinados.
-Como son de exhibicionistas estos arcanistas. Fácilmente
podría haber acabado con ellos sin hacer tanto alboroto. – Le comentaba Damián
a José, mientras Yiotish termina de hablar con ellos.
-Listo es hora de irnos.
-¿El Arcanista no ira? – Preguntaba José a Yiotish.
-Él tiene otros asuntos. Además si nos vamos todos nadie
se quedara en el pueblo.
Y así salieron los tres de Nueva Tristán.
-¿Por cierto donde acabó el pobre Fulgre? – Preguntaba Yiotish,
quien quería darle sepultura después que acabe todo.
-Está cerca del peñasco.
-Eso es muy lejos de donde lo vi la última vez. ¿Me
pregunto por qué habrá tomado esa dirección? ¿Te preocupa algo Damián?
-Si!! ¿Por qué el arcanista habrá regresado tan rápido?
No se le ve cara que se asuste con facilidad.
- Seguramente querrá ir a presumir que mato algo grande. –
Respondía irónicamente José.
En ese momento fueron rodeados por zombies y después de
un par de golpes siguieron su camino.
Mientras tanto el arcanista entró a la taberna y vio al
tabernero que le hizo una seña. El arcanista preguntó por Yiotish pero le
informaron que acababa de irse, por lo cual el arcanista a tras ellos.
Y mientras corría un la hoja de un libro levitaba cerca
de su mano izquierda, y en ella comenzaban a aparecer palabras pensadas por él,
era como un registro de sus hazañas, era como su diario. Personal.
“La insolencia del campesino me hizo perder la compostura
por un momento. Pero me repuse rápidamente. Eran ellos los que sufrirían las
consecuencias si el asunto no era tratado de la manera adecuada. Por una vez
iba a dejar que los pueblerinos intentaran defenderse por ellos mismos. Al
final iban a volver llorando a mis brazos por ayuda, y yo les iba a dar esa
ayuda en el momento adecuado. Sólo bastaba que muriera un par a manos de los
demonios. Había cosas más importantes que un par de caminantes que con tres
bolas de fuego se transformaban en cenizas.
El paradero de Yiotish y la misteriosa piedra me
inquietaban soberanamente. Le pregunté al tabernero hacia dónde habían ido y me
comentó que se dirigían a un descampado para probar las propiedades de la
piedra.
Vi al grupo a lo lejos. Los seguí, manteniendo la
distancia. Vi que Yiotish puso la piedra amarilla en su collar y realizó un
grupo de movimientos. Luego cambió la gema de lugar y realizó otro grupo de
golpes y patadas. Nada parecía visible hasta que el monje invocó a una
criatura.
Se acercó interesado a verla con más detenimiento. Aunque
parecía familiarizado con la aparición, aparentemente había algo distinto en su
forma. Me tele transporté al lado de la criatura para ver qué era lo que
intrigaba tanto a Yiotish. Él ya me había percibido hacía tiempo, por lo que no
se sorprendió. Pero el resto del grupo saltó hacia atrás. Aparentemente la piedra
había logrado que el vasallo del monje desarrollara cierta afinidad con el aire
elemental.
La piedra funcionaba como runa. Pero había algo más, no
se veía como una runa común. Tenía que llegar al fondo de esto.”
Camino más arriba, cerca de una vieja choza que según dice
le perteneció a un bruja llamada Adrià Austei, al fin llega a alcanzarles.
-Diablos tengo que advertirles de algo muy grande. Jamás
podrán contra esos Caminantes Nudosos .
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA Solo porque tu hayas huido no significa
que nosotros también. – Le responde José quien no para de reírse.
-Insolente te atreves a decirme miedoso. Me gustaría
verte aplastado por esos árboles.
-Caminantes nudosos aquí., entonces tenemos que
quemarlos.
Mientras nuestros héroes se dirigían a la lucha sin saber
lo que les esperaba.
Continuara… En el libro 2.
Escrito por DARTHcoatl y Ronok
Editado por mí.
Nota: Todas las imágenes, vídeos y escritos son propiedad
de sus respectivos dueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario