Haborym El Demonio de Fuego
Libro 2
(La Defensa de Nueva Tristam)
Capítulo 2
El Medico Brujo y El Mago
En el Camino hacia Tristán
Amshu Sakshi y los aldeanos seguían su camino, ya habían
camino varios días y ya estaban cerca, al llegar a la laguna Éufrates se
quedaron ahí a acampar, la gente mato un becerro para cenar, la gente comía
tranquila, cuando un grito los alerto, era una niña que se había alejado un
poco de la caravana para miccionar y que había encontrado una gran cantidad de
cadáveres humanos y los restos de una caravana, la gente se asustó y decidieron
que se haga una ronda por el lugar pero no se encontró nada, “no hay rastros de
por dónde vinieron los que le hicieron esto” decía un aldeano, “no hay por qué
temer miedo, el noble guerrero nos protegerá” decía otro.
Ya era de noche cuando de repente, de los arboles ocultos
comenzaron a salir pequeños halcones endemoniados que empezaron a atacar a toda
la gente, Amshu trato de protegerlos pero los halcones endemoniados eran
demasiados y necesitaba tiempo para concentrarse y lanzar una nova de escarcha
para congelar a las pequeñas criaturas, pero el acoso de estas era tal que solo
podía defenderse con su misil mágico, la gente corría desesperada pidiendo
ayuda, los pequeños halcones endemoniados se abalanzaban sobre sus rostros
arrancándoles los ojos y las orejas, algunos heridos se lanzaban al lago sin
saber que este estaba lleno de pirañas las cuales los devoraron vivos; Amshu se
sentía impotente, cuando en ese instante un halcón se le lanzaba y un pequeño
dardo lo atravesó, era Hakampuma quien había estado siguiendo esta caravana
ocultamente, salió de donde se escondía y empezaba a lanzar sus dardos sobre
los halcones y le dijo a Amshu “lo que tengas pensado hacer hazlo rápido”, en
ese instante Amshu uso su técnica armadura de hielo, con lo cual todos los
halcones que se le acercaban no lograba hacerle daño, Amshu se concentró y al
fin pudo lanzar su nova de escarcha si antes gritarle a todos que se dejen caer
al suelo, aquellos que no lo hicieron, junto con los Halcones terminaron
envueltos de una espesa nieve que les impedía moverse libremente, los halcones
trataban de liberarse por lo que Amshu grito “Rápido, tomen lo que sea y
mátenlos”, la gente rápidamente se abalanzó sobre ellos, Hakampuma tomo su daga
y también la utilizo; varios de los halcones endemoniados lograron liberarse de
su prisión de nieve por lo que Amshu tuvo que repetir su técnica varias veces.
Al amanecer los halcones endemoniados habían sido
asesinados y los pocos sobrevivientes de la caravana, cuyas ropas estaban
llenas de la sangre de estos seres repulsivos querían bañarse pero Hakampuma
les dio que el lago estaba lleno de pirañas, por lo que todos debieron
continuar su camino hacia Tristán; Amshu se acercó a Hakampuma y le agradeció
su ayuda, a lo que este le dijo que los héroes que van a combatir a las sombras
deben ayudarse.
Mientras en la otra caravana:
Yiotish había logrado invocar una criatura de la piedra o
eso era lo que él creía, pero no se dieron cuenta que aquella piedra no era una
runa si no que era una Piedra del Alma corrupta y en esta estaba contenida esta
criatura infernal, a la cual Yiotish trato de golpear pero no logro nada pues
esta solo era un espíritu, “Quien eres” le pregunto, esta se burló de Yiotish
“Soy Raptor”, “Gracias humanos !@#$%, por liberarme, cayeron en mi trampa”, de
repente la criatura se abalanzó sobre uno de los hombres que acompañaban a
Yiotish entrando en su cuerpo y apoderándose de él, sus ojos se volvieron rojos
mientras gritaba “Despierten hijos míos”, de repente los arboles a su alrededor
cobraron vida “Son Caminantes Nudosos” gritaba José, mientras Damián preparaba
su ballesta para la pelea y Austei convertía su cuerpo en hielo para
protegerse, Yiotish dio un salto atrás y se abalanzó sobre raptor, pero este
era más rápido y esquivo su golpe a la vez que se escapaba corriendo, “Se
escapa” gritaba Damián, “déjalo” decía Austei después iremos por ese monstruo.
La pelea comenzó Yiotish lanzaba muchos golpes y de sus
pareciera que la electricidad fluyera. Mientras Austei lanzaba sus misiles de
energía, pero sin duda el que se llevaba en esta ocasión los aplausos era Damián
el Cazador de Demonios cuyas flechas que lanzaban parecieran tener vida propia
pues ningún tiro fallaba, sus flechas perseguían y traspasaban a sus enemigos
con tanta rapidez que estos caían, pero a pesar de los golpes de Yiothis, los
ataques mágicos de Austei y las flechas de Damián y su seguidor José, los
caminantes nudosos seguían levantándose.
Continuara …….
Escrito y Editado por Mí.
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