Haborym El Demonio de Fuego
Libro 1
(La Reunión de los Héroes)
Capítulo 12
Austeibinarides y Yiotish
Me acerqué al monje al que le habían entregado la
reliquia para recopilar información. Seguramente mis capacidades cognitivas
superiores serían capaces de saber qué hacer con el misterioso objeto una vez
me hubiese descubierto su naturaleza.
El osco monje sólo me hizo una seña con la mano para que
me mantuviera lejos de él. Sutilmente congelé el suelo a sus pies para que se
resbalara. Cinco personas cayeron alrededor de Yiotish, pero aparentemente su
capacidad de equilibrio no era amenazada por el hielo. Me miró con desdén. Me
di media vuelta y me fui de la taberna. El grandioso Austeibinarides no había
llegado a Tristrán para recibir el desdén de un campesino con buen equilibrio.
Me dirigí a la catedral, pues había escuchado de las
cosas que habían sucedido en su interior años atrás. Seguramente en sus
estantes habrían libros interesantes acerca del encarcelamiento y posterior
liberación del gran mal primigenio.
Al llegar a la entrada de la catedral pude sentir que
algo estaba fuera de lugar, algo o alguien había en ese lugar ocultando su
presencia. Levanté un poco de polvo y hojas con mi ventisca para ver si lograba
ver a alguna criatura invisible. El polvo no reveló nada. Decidí esconderme
detrás de un árbol cerca de la puerta.
Un grupo de hombres uniformados con túnicas y capuchas
entró en la catedral. Poco después pude sentir un leve temblor en el suelo que
se acrecentaba rápidamente. El graznido de un cuervo, el sonido de madera
crujiendo y un árbol cayó al suelo. De entre los bosques surgió una criatura
que no veía hace mucho. Era un caminante nudoso, uno de los hombres con túnicas
lo guiaba hacia la entrada de la catedral. Entonces me di cuenta. La presencia
que sentía, era de otro caminante nudoso, que era justo detrás del cual me había
escondido. Vi las cuerdas que colgaban de sus ramas y llegaban al suelo. Estaba
consumiendo a sus víctimas poco a poco mientras permanecían enterradas.
Di un salto hacia atrás y las criaturas y los cultistas
notaron mi presencia. Los caminantes comenzaron a acercarse a mí y los
cultistas formaron un círculo y empezaron a realizar un extraño ritual. Era
momento de salir de ahí. Lancé una ráfa.ga de hielo hacia todo el grupo y
quedaron inmovilizados. Me teletransporté dentro del bosque que estaba a pocos
metros y corrí hacia la taberna. La gente tenía que saber lo que estaba pasando
debajo de sus narices.
Cuando llegué a la taberna las cosas seguían igual que
las dejé, excepto por Yiotish, se había marchado con el objeto, con un guerrero
que había llegado hace poco y con un cazador de demonios cuyos nombres eran
demasiado poco importantes en ese momento como para recordarlos.
Continuara...
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Escrito por "Ronok"
Editado por SwordZack
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