Volvemos después de un comercial, nada poético y de matar al maldito grillo que no me dejaba dormir.
Haborym El Demonio de Fuego
Libro 3
(Casando al Demonio)
Capítulo 6
Las Cicatrices del Templario
Su nombre era Celeste, tenía 22 años de edad, era de piel
claro, con un pelo rojizo y ojos verdes, con unos hermosos y carnosos labios,
era una centinela, patrullaba los campos aledaños al Monasterio, vigilando por
si alguna amenaza se acercara a estas tierras, para avisar a sus hermanas, ese
día pudo ver lo lejos un considerable grupo de demonios y también muertos
vivientes, algunas eran arpías corruptas por Andariel hace 20 años y que vagan
por las ruinas de algunas torres olvidadas por las arpías desde hace ya un siglo y en el cual se dice aún hay
muchos tesoros. Celeste quiso ir a avisar a sus hermanas, pero no tuvo tiempo
para hacerlo, de las sombras de un árbol una figura extraña emergió y la ataco
con tal rapidez y crueldad que ella solo pudo verle un par de segundos el
rostro.
Había perdido mucha sangre, Arthas uso su habilidad de
sanación, junto con la habilidad de curación de Yiotish para mantenerla viva y
curar los órganos internos dañados, mientras Hakampuma sacaba unas plantas de
su bolso, las molió y con una venda se la puso en la herida que tenía en el
vientre, la cual detuvo la hemorragia, mientras Kael derribaba algunas ramas y
Damián y José las unían con unas cuerdas para formar una rustica camilla, la
subieron a la carreta jalada por los perros infernales de Hakampuma y
continuaron su camino. Kael iba adelante asegurándose de que no hubiera
trampas, mientras Austei y Amshu iban a la retaguardia, sobre la carreta
Hakampuma dirigiendo a sus perros y a Arthas observando a la Arpía, su aspecto
le era muy familiar, le hacía venir a su mente recuerdos muy dolorosos,
recuerdos enterrados en lo más profundo de su corazón.
Arthas ya era un viejo templario, tenía 45 años aunque su
apariencia fuera la de un hombre con 30 años, recuerda que no solo era un
templario, también era padre de familia; por tradición familiar todos los
miembros hombres de su familia, cuando llegaban a la adolescencia se unían a la
orden de los templarios de Cosobo para seguir cuidando la piedra del alma de
Raptor. Arthas a la edad de muy joven se casó con una aldeana de la zona, con
ella tuvo 2 hijos, uno se convirtió en templario y una hija, la joven Arpía le
hacía recordar a su adolescente hija Selene, se parecían, hace 5 años Selene
fue asesinada frente a los ojos de el por un grupo de cultores oscuros en un
sacrificio hacia un Demonio, aun no se olvida de ese día, había salido de la
aldea en dirección hacia su monasterio, al partir se olvidó una ofrenda que
tenía que entregar, su hija Selene fue tras el para entregársela, ya cuando
estaba cerca en medio del bosque ambos fueron atacados por los cultores
oscuros, el trato de defenderse pero fue inútil, fueron atrapados y llevados a
su escondite, un joven campesino que pasaba por ese lugar vio todo lo ocurrido
y dio aviso a la orden de Templarios, los cuales fueron presurosos a tratar de
salvarlos, pero llegaron tarde, Selene ya había sido sacrificado, mientras
Arthas rugía, gritaba y lloraba su impotencia de estar enjaulado y no poder
haber hecho nada para salvar a su hija. Desde aquel entonces Arthas se ha
aislado en su trabajo, pero nunca ha podido olvidar ese momento y mucho menos
perdonárselo.
“A despertado.”- han sido las palabras de Hakampuma, Arthas esboza
una leve sonrisa, por la joven, está algo confusa los mira. - “¿Quiénes son ustedes?” - Yiotish pone una mano sobre el hombro de la
joven para calmarla, - “tranquila te
encontramos tirada en el bosque, estabas muy mal herida y no debes moverte,
pues aun estas muy débil.”
Ella retira la mano de Yiotish de su hombro mientras
intenta saber mas sobre ellos. - “¿Que es lo que buscan en estas tierras
extranjeros?” - Arthas se levanta y con
voz firme le responde. - “Buscamos un
demonio, llamado Raptor y nos dirigimos al Monasterio de las Arpías, pues
Deckar Caín nos ha dicho que aquí encontraremos más información sobre sus
planes y ahora cuéntanos que te paso quien te hiso esto.” - Selene se toma su frente, tratando de
recordar, - “solo recuerdo que una
sombra se apareció de la nada y me ataco, después no recuerdo más.”
-“¿Solo eso?” - Pregunta Damián, ella quita la mano de su
rostro. - “No, minutos antes vi una gran orden de demonios y arpías corruptas
que parecían dirigirse en dirección al Monasterio.”
Arthas mira el
horizonte y solo dice una palabra. - “RAPTOR”.
Mientras en el Monasterio de las Arpías, el día parece
transitar tranquilamente, hasta que el sonido de una explosión alerta a todos,
están siendo atacadas y solo unas cuantas (las guardias) están listas para
pelear.
Continuara…
Escrito y Editado por Mí.
Nota: Todas las imágenes y vídeos son propiedad de sus
respectivos dueños
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