sábado, 31 de agosto de 2013

Haborym El Demonio de Fuego

Haborym El Demonio de Fuego



Libro 1
(La Reunión de los Héroes)

Capítulo 5
Hakanpuma

El sol brillaba a su máximo esplendor, parecía ser una tarde alegre o eso parecía aparentar para la pequeña Hamka, quien junto a su hermano mayor Hakanpuma, recogían yerbas y raíces para la preparación de pócimas ancestrales para la gran fiesta de la “luna gris”, un día donde la pequeña tribu Umbaru conocida como “pies descalzos” que habitan el lado sur de las selvas de Torajan, se reunían para rendirle culto a los espíritus de la tierra inconclusa, mientras recogían las yerbas y se dirigían de retorno a su aldea se tropezaron con un animal muerto al cual se le veía que se le había arrancado el corazón y otros órganos, Hakanpuma extendió la mano y una mosca se posó sobre ella, después de eso este mira hacia el bosque y tiene la sensación de que algo los está observando, finalmente los hermanos llegan y entregas las yerbas a los antiguos Santeros.

Hamka y Hakanpuma eran los hijos del líder de la tribu quien días atrás, junto con otros Santeros se habían estado sintiendo preocupados por el gran desbalance que últimamente comenzaba a sentirse en la tierra inconclusa y por las visiones que han tenido de muertos y bestias infernales que los acechaban desde las sombras amenazando su existencia, el padre de Hamka recuerda que tuvo esta misma sensación hace 20 años y en donde el balance entre este mundo y la tierra inconclusa estuvo a punto de romperse de no ser por el sacrificio de algunos héroes anónimos.

Hamka, tierna y dulce era querida por toda la aldea, está a su vez admiraba, su hermano mayor quien del grupo de jóvenes santeros, este era el más capacitado y cuyas habilidades competían con la de los más viejos y preparados, la noche caía y la tribu se reunía en una gran fogata donde acompañados de tambores, pócimas ancestrales y alguno que otro sacrificio humano, bailaban y cantaban, mientras los principales santeros tomaban los pociones preparadas con las hiervas y raíces recién recogidas para entrar en contacto total con la tierra inconclusa y poder prever sucesos que amenacen su existencia y el balance entre este mundo y el mundo de los espíritus, esa noche los principales santeros entran en un estado de aparente de epilepsia y tienen visiones de una gran bola de fuego que cae en una lejana ciudad (Tristán), pueden ver como esta arde en llamas y es atacada por bestias infernales y muertos que salen del suelo, pueden sentir el miedo de las almas de la gente que muere, la agonía de otros por querer escapar, así como la desesperanza de algunos que corren sin sentido y el valor de algunos pocos héroes que se les enfrentan.


Pasado los efectos de las pociones los Santeros despiertan y algunos de ellos dejan que el terror y la locura se apoderen de ellos y empiezan a pronunciar frases sin sentidos, hasta que caen producto del cansancio y uno de ellos el padre de Hamka pronuncia una frase coherente “la oscuridad se acerca”.





Nota: Todas las imágenes, vídeos y escritos son propiedad de sus respectivos dueños.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Haborym El Demonio de Fuego

Haborym El Demonio de Fuego



Libro 1
(La Reunión de los Héroes)

Capítulo 4
El Asedio a Nueva Tristam

No recuerdo la última vez que estuve junto al fuego con nuestro tío.  Solo me quedan los recuerdos de sus historias. . . Recuerdo que nos contaba de cuando la "Catedral de Tristam" se encontraba maldita y él fue uno de los héroes que atraídos por los tesoros que escondía y por la oferta de hacerse alguna fama. . . Nos relataba de como pocos llegaron hasta donde él llegó. . .
De cómo aun le provocaba escalofríos ver las paredes teñidas de rojo y escuchar a ese demonio decir "Carne Fresca”. . .

Aquella arquera lo tuvo que rescatar de perder su otra pierna. Eso fue lo que lo único que lo detuvo. . . Recuerdo como con tono arrogante nos decía que había tenido suerte de perder su pierna esa vez. . .

Si él hubiera llegado primero. . . si él hubiera matado a "Diablo”. . . hubiera perdido su alma. Recuerdo como con mi hermano jugaba con espadas de madera. . .

Recuerdo como él se convirtió en guerrero inspirado por las historias de mi tío. . .
(Tono de ira) ¿Por qué no seguí sus pasos? ¿Por qué le hice caso a mi padre cuando me dejo el negocio familiar?

¿A que vine a "Nueva Tristam"? Todo esto resuena en mi mente mientras me escondo en esta choza.

Tengo que salir y pelear. Es mejor que me maten un montón de zombies a que me pudra en este cuarto.

 Este palo servirá.

 Tome un palo no mayor a un metro y con su cuchillo de bolsillo le saco punta. Lo empuño y cargo contra la puerta.

Una estocada a uno, un golpe a otro, una patada al que se arrastraba. La sangre salpicaba... o a veces no de lo coagulada que se encontraba. Los zombies eran lentos y él era rápido. Mandar a volar un zombie por los aires no era nada comparado con subir los bultos de sus mercancías a la carreta. Había ayudado a defender una caravana contra los Khaza en las tierras fronterizas. Se había defendido de bandidos muchas veces. Esto no era nada. Los zombies solo iban por él, no se preocupaban por detenerse, era fácil predecirlos y darles un golpe letal. Era tan fácil que se arrepentía de no haberlo hecho antes. El palo era de buena madera.
De pronto encontró un zombi con un escudo. ¡Chazz! . . . en tres movimientos el zombie no tenía brazo y él tenía un escudo. De pronto en el suelo una espada brillaba. Apuñaló a un zombie para apartarlo, se agachó y ya esa bien armado. ¡JAJAJA! Rio muy fuerte, feliz por su suerte. El zombie más cercano le seguía 15 metros atrás de él, 300 metros y vería la puerta de "Nueva Tristam".
De pronto se detuvo en seco, vio sangre salir de su pecho. Lo siguiente que supo era que su carne alimentaba a varios zombies, todos ellos conocidos "Mejor morir entre amigos". Cuando todo era oscuro escucho la risa de la suerte "Que ironía llegar tan lejos solo para morir".

Un zombie es lento y no ocupa armas, pero un esqueleto puede ser muy listo, utilizar un arco no es difícil sobre todo si se oculta entre otros no-muertos.

Escrito por DARTHcoatl
Editado por mi.




Nota: Todas las imágenes, vídeos y escritos son propiedad de sus respectivos dueños.

domingo, 25 de agosto de 2013

Haborym El Demonio de Fuego


Haborym El Demonio de Fuego



Libro 1
(La Reunión de los Héroes)

Capítulo 3
El recado

No habían pasado más de dos horas desde que partí de mi hogar en busca de aquel hombre sobre el que varios me habían comentado, y que, al parecer, era el único que podría ayudarme en estos días obscuros que se acercaban.
Llevaba con migo un bolso que contenía un objeto bastante misterioso y al parecer poderoso. Según me había comentado, este hombre sabría más acerca del tema que cualquier otro en esta región, así que no veía la hora de entregárselo.
Con la ayuda de algunos campesinos del pueblo nos abrimos paso a través de los pastizales hacia nueva Tristram. Éramos 6 hombres al partir, y solo 2 al llegar. No podría asegurar con total firmeza lo que sucedió en aquellos pastizales, pero, a juzgar por los gritos de horror y el ruido de los huesos quebrándose en la distancia, creo que fui afortunado en salir con vida.
Al llegar al pueblo nos encontramos con un gran caos, la gente corría de aquí para allá en pánico. Algunos gritaban cosas acerca del fin del mundo, otros aprovechaban para vender sus armas a precios elevados, y otros se servían del caos para saquear a los vendedores ambulantes. Escondí mi bolso entre mis ropas por miedo que me fuese saqueado también.
Mi compañero y yo nos separamos al llegar a la entrada norte del pueblo. Luego de preguntar a varias personas, me dijeron que la persona que buscaba se encontraba en la taberna junto a un grupo de hombres, que al parecer planeaban formar una pequeña milicia para defender el pueblo.
La taberna se encontraba al sur del pueblo, así que debía hacer un gran recorrido circular para llegar allí, y como no podía darme el lujo de perder más tiempo, decidí tomar un pequeño atajo por el bosque.

Las ramas secas crujían en mis pies mientras trotaba hacia mi destino. No faltaban más de 10 metros cuando vi la luz de la taberna a lo lejos. Creí que ya estaba seguro, cuando de repente comencé a escuchar unos horrendos quejidos que se acercaban hacia mí desde las sombras. Comencé a gritar pidiendo ayuda. Unos hombres que se encontraban en la puerta de la taberna me vieron y se acercaron lentamente...pero fue demasiado tarde.
Sentí como mi carne era desgarrada de mis piernas y brazos, mientras un aliento a putrefacción me hacía perder el conocimiento...el bosque estaba lleno de zombies hambrientos, y mi carne los estaba saciando....quizá debería haber tomado el camino largo después de todo.
Con la última voluntad de mi ser, logre arrojar mi bolso hacia los hombres que me observaban aterrados a unos metros. "Es para Yiotish" grite...

Escrito por Dyzan
Editado por Swordzack.




Nota: Todas las imágenes, vídeos y escritos son propiedad de sus respectivos dueños. 

martes, 20 de agosto de 2013

Haborym El Demonio de Fuego

Haborym El Demonio de Fuego



Libro 1
(La Reunión de los Héroes)


Capitulo 2
La Caída de Vieja Tristam

Los gritos de los vecinos y las órdenes de los guardias se sucedían, mientras todos corrían. Buscando refugio unos. Lanzándose a defender la posición otros. Aún me costaba entender lo que sucedía. Hasta ayer, todo había transcurrido con tranquilidad. Había escuchado que por estas tierras había caminado un mal gigantesco, pero también que Nueva Tristrán estaba suficientemente lejos de ese lugar. Y hasta ayer, así parecía. No sé por qué comenzó todo. Algunos dicen que anoche vieron una bola de fuego azul caer del cielo. Otros que es un castigo de sus dioses. Pero sea cual fuere la causa, sólo estaba seguro de una cosa: Los muertos no se quedan muertos. Se levantan y empiezan a atacar a los vivos. Y lo que es peor. Algunos de mis vecinos se han convertido en esos monstruos sin siquiera haber muerto.
A pesar de ver esto con mis propios ojos, o quizás precisamente por ello, no atinaba a reaccionar. No sabía si luchar, correr, si correr, hacia donde. Estaba de pie ahí, confundido, frente a la taberna, esperando nada, pensando en todo. No entendía qué pasaba. Por qué pasaba.

Unos gritos destacaron sobre los demás. Miré hacia la entrada de la ciudad y vi que los monstruos habían sobrepasado a los guardias. Un par de ellos estaba siendo devorado por los Alzados, mientras daban alaridos de dolor. Los muertos vivientes parecían insensibles a los golpes de espada y flechas que se clavaban en sus cuerpos putrefactos. Avanzaban torpemente, pero golpeaban con fuerza a aquellos quienes trataban de detenerlos. Comencé a retroceder lentamente. La imagen era abrumadora. Sangre y restos humanos por doquier, mientras las víctimas aumentaban.
De entre los muertos vivientes se aparecieron unas pequeñas criaturas. En primera instancia creí se trataba de niños que corrían presas del pánico, pero alcancé a ver la cara de uno al pasar cerca de mí. Era un rostro demoníaco, que me hizo helar la sangre en mis venas. Uno saltó hacia mí, pero caí de espaldas por la impresión y terminó atacando a uno de los guardias que trataba de contenerlos. El terror dio alas a mis pies y corrí como nunca creí que podía hacerlo. Miré hacia atrás y vi que tres de esas criaturas me perseguían. Me estrellé contra la pared de una de las casas, pero no permitiría que esas cosas me alcanzasen. No quería terminar como los demás. No quería morir.
Trepé por unas cajas que estaban apoyadas en la pared para alcanzar el tejado. En eso uno de esos demonios saltó hacia mí, pero con la desesperación, le lancé una patada, que lo hizo caer. Me subí a la última caja y comencé a arrojarles cuanto pillaba dentro, en un intento de alejarlos.
Esos demonios se movían rápido, saltando de aquí para allá sin cesar, lo que me angustiaba más. Les lancé unas lámparas, antes de, empujando con los pies, hacer que el montón de cajas se derrumbe, para evitar subieran. Sin embargo, parece que una de las cajas traía combustible para las lámparas, porque junto al choque estrepitoso de los contenedores con el suelo, llamas surgieron de entre ellos antes de que hiciera eco una explosión. Caí de espaldas, pero me mantuve sobre el tejado. Rogaba que esas criaturas hayan muerto, pero no quise quedarme a averiguarlo. Avancé de rodillas por el techo. No podía creer lo que estaba pasando.
Tan absorto estaba en mis pensamientos, que no puse atención a que había llegado al borde y casi caí. Me puse de pie y, desde la altura, pude ver como los muertos vivientes estaban por doquier, mientras los guardias hacían lo posible por detenerlos y gente corría de un lado para otro. El cielo estaba anaranjado, pero no sabría si decir por el fuego o por alguna mala señal.

- ¡¡¿¿Pero qué está sucediendo aquí??!!- grité abrumado desde lo alto.

El crepitar de la madera consumiéndose por el fuego me alertó de que el techo estaba cediendo. Antes de caer presa de las llamas, preferí descolgarme de donde estaba. Estaba un poco alto, pero igual me dejé caer. Aunque aterricé de pie, el impacto me causó un dolor agudo en las piernas, por lo que caí de costado. Sin embargo, al abrir los ojos y ver a un grupo de muertos vivientes frente a mí, se me olvidó el dolor y comencé a correr.

En la otra entrada de la ciudad la situación parecía un poco mejor, o al menos, no había tantos monstruos como en el otro lado. A pesar de ello, estaban por todos lados. No tenía escapatoria. Di un paso hacia atrás y tropecé con el cadáver de uno de los guardias. Aún tenía en sus manos el arco que usaba para defender la posición. En ese momento me decidí. Si quería sobrevivir, tendría que luchar. Tomé el arco y un par de flechas que encontré cerca. Un zombie se acercaba a mí. Nunca había usado un arma, pero sería necesario si quería vivir. Apunté hacia su cabeza y dejé la flecha volar. Ésta dio un par de vueltas en el aire y cayó dos metros delante de mí. Hasta el zombie parecía confundido por lo que pasó, pero antes de que me alcanzara, disparé otra saeta. La plumilla me produjo un corte en la mano y la flecha se fue a clavar en el pie del muerto viviente.

- Definitivamente no sirvo para esto...- murmuré antes de soltar el arco y salir corriendo.

La abundancia de demonios y muertos vivientes me convenció de que lo mejor era volver a los tejados. Subí sin mucha dificultad al techo de la taberna y me quedé ahí tirado. No tuve mucho tiempo para contemplar el horror que acontecía ahí abajo, ya que pronto fui atacado por una bandada de cuervos. Había oído relatos de ataques de cuervos que habían devorado a personas. No quería ser parte de esos relatos, por lo que me arrastré lo más rápido que pude por el tejado y me lancé al vacío.

Afortunadamente, no estaba tan vacío, y aterricé de espalda sobre una carreta llena de heno. Como caí tan fuerte, el forraje me cubrió por completo. Al principio, no podía moverme por el dolor, pero luego decidí quedarme ahí escondido, con la esperanza de que no me encontraran esos monstruos. Esperar hasta que todo esto pasara. Hasta que volviera la normalidad.

En la relativa tranquilidad de mi escondite, pude escuchar el caos reinante allá afuera, con gritos de horror y dolor, aullidos demoniacos y gemidos por doquier. Podía escuchar la desesperación de las personas tratando de hacer cada uno lo que podía... o lo que no...

- ¡¡Ayuda!!! ¡Que alguien me... AAAAHHHHHHH
- ¡Vamos! ¡Protejan esa puerta! ¡Que no entren más!
- Cuida de mi hijo, por favor... Yo no aguantaré mucho...
- ¡Sálvenmeeee!
- AAAAHHHHHHHHH
- ¡Es el fin del mundo! ¿Qué fé nos salvaría?
- ¡Es para Yiotish!
- Trae eso para acá.
- Hay que bloquearlos.
- Vamos, ¡Muevan esa carreta!
- Muere, maldito demo... Arghhhhhh

Una vibración se empezó a sentir a mí alrededor. Me aterró la idea de que me hubieran encontrado. Apreté mis rodillas con mis manos, rogando porque no me vieran. Pasó unos momentos, y me extrañó que sólo se sintiera esa vibración. Quería mirar afuera para ver qué pasaba, pero me daba miedo el pensar en hacerlo y encontrarme cara a cara con uno de esos muertos vivientes, por lo que me quedé quieto, aguantando lo más que podía la respiración.
Repentinamente, el movimiento cesó. Además, el ruido del caos se sentía un poco más lejano. A pesar del miedo, puse oído a lo que ocurría afuera. Aparte de los gritos, sólo se escuchaban muchos pasos.

- Bien, ya está asegurada esta entrada.
- Perfecto, la barricada está lista. Refuercen las puertas.

"¿Barricada?" pensé. Comencé a apartar el heno y asomé la cabeza. Estaba en las afueras de la ciudad, y una horda de muertos vivientes venía hacia mí.

- NOOOOOOO………

Escrito por "Tswordz"
Editado por mi.


sábado, 17 de agosto de 2013

Del Salto al Vacío al Salto a la Basura

Parte I

Hace dos años cuando las elecciones presidenciales estaban en su recta final el candidato Ollanta Humala fue calificado como un salto al vacío por sus opositores y ellos contraatacaron calificándolos como un salto al desagüe y autoproclamándose como la nueva forma de hacer política en el Perú, eran los redentores del país, los de la izquierda progresista, los que traían nuevas ideas y desechaban las viejas ideas estatistas de la izquierda retrograda, en conclusión su gobierno no sería nada parecido a lo que hacía Chávez en Venezuela, si no que sería como Lula en Brasil, pero al final, según un estudio realizado en una universidad en el país no fue ni chicha ni limonada.

Y antes de saber quién es Ollanta Humala revisemos lo que dijo en su último discurso a la nación,  ah es verdad no dijo casi nada, de lo poco que dijo fue que planean incrementar las conexiones de gas natural domiciliario a cien mil por año, con lo cual si sacamos cálculos cien mil conexiones podrían ser unas quinientas mil personas por año, con lo cual lograrían cubrir toda Lima en unos veinte años y el país entero en unos sesenta años, para entonces el gas ya se habrá acabado, sin mencionar que Colombia lo hace más rápido que nosotros y mientras tanto el señor Ollanta planeo subsidiar el Gas Licuado de Petróleo, para los más pobres.

No negamos que sus intenciones podrían ser buenos, pero su manera de actuar es estúpida como la mayoría de gobernantes de este país, porque no  en ves gastar 90 millones anuales en subsidiar el GLP y el gran Monopolio de Pluspetrol, por que mejor no subsidia las conexiones de gas natural, o simplemente pone fin al Monopolio de Pluspetrol o simplemente renegocia contrato y obliga a la empresa a ponerle al GLP un precio que va más acorde con los precios que se ponen en la región y no el precio  más caro como si se estuviera importando de  USA, es ilógico porque no importamos GLP de USA ni de ningún país.

Aunque claro nunca lo harán, porque  Ollanta es el monaguillo de la Derecha y sus amos las grandes empresas trasnacionales, así que no queda más que resignarse a seguir pagando el gas más caro de la región, como si fuéramos los más ricos del mundo.

A que se parece el gobierno de Ollanta, pues al presidente más derechista de la región a Piñera de Chile y hasta podríamos decir que Ollanta, gobierna el país de la misma forma en la que lo gobernaría Keiko con los Fujimoristas, aunque estos ahora se las den de grandes defensores del pueblo y de sus derechos cuando sabemos que ellos harían exactamente lo mismo que hace Ollanta en el país.

¿Qué diferencia hay entre Ollanta y Keiko?, aparte de que uno tiene más ratas en su partido que el otro, la respuesta es NINGUNA, Keiko también habría firmado la ley de trabajo civil y habría hecho todo lo que Ollanta habría hecho, pero esto y otras cosas más lo dejaremos para otra ocasión, por el momento solo diremos que:


 EL SALTO AL VACIO TERMINO SIENDO UN SALTO A LA BASURA  Y ENTRE LA BASURA Y EL DESAGUE QUE SON LOS FUJIMORISTAS  NO HAY MUCHA DIFERENCIA


miércoles, 14 de agosto de 2013

El retorno de la Espada de Dios


Me han baneado

Me han insultado 
Se han burlado de mi
Me han ignorado
Me han acusado
Y aun sigo aquí 
Me han dejado solo
Me han humillado
La desgracia viene a mi
Me han sancionado
Me han callado
Y sigo posteando aquí

Esto no es amor al Arte
Esto es masoquismo.
Y seguiré posteando aquí.


Y después de batallas inútiles y tormentas invisibles e vuelto para continuar lo que alguna vez empece.
Próximamente todos los proyectos comenzaran y esta ves va en  serio.