Haborym El Demonio de Fuego
Libro 1
(La Reunión de los Héroes)
Capítulo 3
El recado
No habían pasado más de dos horas desde que partí de mi
hogar en busca de aquel hombre sobre el que varios me habían comentado, y que,
al parecer, era el único que podría ayudarme en estos días obscuros que se
acercaban.
Llevaba con migo un bolso que contenía un objeto bastante
misterioso y al parecer poderoso. Según me había comentado, este hombre sabría
más acerca del tema que cualquier otro en esta región, así que no veía la hora
de entregárselo.
Con la ayuda de algunos campesinos del pueblo nos abrimos
paso a través de los pastizales hacia nueva Tristram. Éramos 6 hombres al
partir, y solo 2 al llegar. No podría asegurar con total firmeza lo que sucedió
en aquellos pastizales, pero, a juzgar por los gritos de horror y el ruido de
los huesos quebrándose en la distancia, creo que fui afortunado en salir con
vida.
Al llegar al pueblo nos encontramos con un gran caos, la
gente corría de aquí para allá en pánico. Algunos gritaban cosas acerca del fin
del mundo, otros aprovechaban para vender sus armas a precios elevados, y otros
se servían del caos para saquear a los vendedores ambulantes. Escondí mi bolso
entre mis ropas por miedo que me fuese saqueado también.
Mi compañero y yo nos separamos al llegar a la entrada
norte del pueblo. Luego de preguntar a varias personas, me dijeron que la
persona que buscaba se encontraba en la taberna junto a un grupo de hombres,
que al parecer planeaban formar una pequeña milicia para defender el pueblo.
La taberna se encontraba al sur del pueblo, así que debía
hacer un gran recorrido circular para llegar allí, y como no podía darme el
lujo de perder más tiempo, decidí tomar un pequeño atajo por el bosque.
Las ramas secas crujían en mis pies mientras trotaba
hacia mi destino. No faltaban más de 10 metros cuando vi la luz de la taberna a
lo lejos. Creí que ya estaba seguro, cuando de repente comencé a escuchar unos
horrendos quejidos que se acercaban hacia mí desde las sombras. Comencé a
gritar pidiendo ayuda. Unos hombres que se encontraban en la puerta de la
taberna me vieron y se acercaron lentamente...pero fue demasiado tarde.
Sentí como mi carne era desgarrada de mis piernas y
brazos, mientras un aliento a putrefacción me hacía perder el conocimiento...el
bosque estaba lleno de zombies hambrientos, y mi carne los estaba
saciando....quizá debería haber tomado el camino largo después de todo.
Con la última voluntad de mi ser, logre arrojar mi bolso
hacia los hombres que me observaban aterrados a unos metros. "Es para
Yiotish" grite...
Escrito por Dyzan
Editado por Swordzack.
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